El Govern prohíbe citar la Guerra Civil en la placa del alcalde menorquín asesinado por tropas republicanas
El Govern balear presidido por la socialista, Francina Armengol, ha obligado al Ayuntamiento menorquín de Es Castell a eliminar toda referencia a la Guerra Civil en el texto de la placa de homenaje al alcalde Francisco Gimier, asesinado en 1936 por un grupo de milicianos comunistas y militares republicanos.
El Ejecutivo balear rompe así el consenso alcanzado entre todas las formaciones políticas con representación en este Consistorio menorquín gobernado por la alcaldesa socialista, Juana Escandell, para un acto de homenaje que se celebrará el próximo 16 de noviembre coincidiendo con el 85 aniversario del asesinato de Gimier.
El texto acordado rezaba que «delante de la entrada de este cementerio el 16 de noviembre de 1936 fue asesinado Francisco Gimier Sintes, alcalde de este municipio entre los años 1924 y 1930. En recuerdo de todos los que van a sufrir las desastrosas consecuencias de la Guerra Civil y de la posguerra. Su memoria nos guía para vivir en paz y libertad».
Tras la decisión del Govern, cualquier referencia a vincular la muerte del alcalde menorquín con la Guerra Civil desaparecerá, como ha denunciado en un comunicado la Asociación Menorca Historia y Concordia.
La entidad expresa en esa nota de prensa “nuestra enérgica protesta por esta reiterada manipulación política de la historia”, denunciando “el uso partidista y parcial de hechos reales que, en nada, favorecen ni su conocimiento, ni la verdad, ni la justicia. No están las leyes para construir farsas”, lamentan en relación a la aplicación de la ley balear de Memoria y Reconocimientos Democráticos aprobada en 2018.
Ya la semana pasada, las fuerzas políticas del tripartito balear junto a los regionalistas del Pi-Proposta per les Illes Balears rechazaban en el Parlament una iniciativa del Partido Popular para restaurar el monolito que honraba su memoria ubicado frente al cementerio de la localidad donde fue asesinado.
Un monumento retirado a instancias del Govern balear, a través de la Dirección General de Memoria Democrática que preside el conseller de Unidas Podemos (UP), Juan Pedro Yllanes. El Ayuntamiento de Es Castell, a través de la brigada de obras, procedió a quitarlo de la vía pública y los partidos municipales acordaron instalar una placa en recuerdo al alcalde asesinado en el interior del camposanto.
Desde esta entidad se denuncia, además, la paradoja de que “quienes mataron a Gimier aparecen como víctimas de la Guerra Civil, mientras a Gimier, que durante años presidió el ayuntamiento, se le niega la memoria, el recuerdo justo y se le concede esta póstuma humillación”.
Hay que recordar que el asesinato de este alcalde menorquín no fue tan siquiera investigado ni juzgado durante los tres años de guerra y, al finalizar la contienda, sus asesinos marcharon al exilio. Gimier Sintes, católico, afiliado a la CEDA y alcalde de Es Castell durante la dictadura de Primo de Rivera (1924-1930), fue sacado de su casa en la noche del 16 de noviembre de 1936 por milicianos y paisanos, entre ellos dos conocidos militantes del Partido Comunista local, que habían tenido una diferencia con él, en relación al transporte de materiales.
Los autores del crimen eran “acompañantes” habituales de las entonces autoridades locales y aprovecharon el contexto, y el margen de impunidad, para perpetrar una venganza. Gimier fue conducido al cementerio de Es Castell y asesinado.
Tras la decisión del Govern, la entidad considera “lamentable que haya aún quien quiera ocultar y manipular los hechos históricos por prejuicios políticos e intenciones partidistas”.